Cómo usar bien el lavavajillas

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Consejos para sacar el mayor partido a nuestro lavavajillas. 

Teniendo en cuenta los efectos sobre el ambiente, ¿es mejor lavar los platos a mano o hacerlo con el lavavajillas? Aunque parezca sorprendente, los estudios realizados demuestran que un lavavajillas consume una media de 20 litros menos por lavado.

Es sólo una estadística, pues el gasto depende tanto de la forma de fregar de cada persona como de las características del electrodoméstico. En cualquier caso, para ahorrar todo el agua posible —por razones económicas y sobre todo ambientales, porque se trata de un recurso natural escaso— es necesario tener en cuenta una serie de reglas básicas. 

• No es necesario enjuagar o prelavar los platos antes de meterlos en el lavavajillas. Esto representa un consumo innecesario de agua, pues los aparatos suelen hacer un buen trabajo incluso con platos muy sucios. 

Aunque el lavavajillas disponga de programa económico, conviene utilizarlo sólo cuando se pueda llenar del todo. Una buena idea es ir colocando los platos a lo largo del día para realizar un único lavado por la noche. 

Los platos se cargan tal como indican las instrucciones del fabricante. Generalmente se ordenan de manera que las superficies sucias miren hacia los brazos rociadores giratorios. Entre los platos debe quedar espacio suficiente para la circulación del agua.

• Conviene elegir el programa de lavado más corto. Es decir, sin prelavado y sin secado. Si el aparato es de calidad se consiguen resultados óptimos. Al renunciar al secado es posible que queden algunas manchitas que desaparecen pasando rápidamente un servilleta. Los platos se pueden secar dentro del lavavajillas con la puerta abierta o fuera de él.

• Si el lavavajillas dispone de intensificador de la potencia de secado, conviene desactivarlo. En la mayoría de los casos sirve para que la temperatura se eleve hasta los 90 grados, pero 40 son más que suficientes.

Agua precalentada

Antes de adquirir un lavavajillas es importante fijarse en sus características. Un primer dato a tener en cuenta es si el lavavajillas puede recibir agua caliente (bitérmico o pretérmico) porque significa un importante ahorro de electricidad (el agua pasa por el calentador de gas).

En cuanto al consumo de agua, se puede considerar un lavavajillas de ahorro el que no gasta más de 23 litros por lavado.

Existen otras dos orientaciones para la compra. La primera es elegir los lavavajillas con calificación de eficiencia energética A (todos los electrodomésticos  muestran en su etiqueta la calificación dentro de una escala de siete niveles, representados por las letras de la A a la G). Los modelos A son por lo general más caros pero más rentables a medio y largo plazo. 

Los mejores detergentes

Un detergente demasiado agresivo puede arruinar todas las buenas intenciones que se pongan al lavar la vajilla. Los detergentes convencionales contienen ingredientes derivados de la industria petroquímica que perjudican el entorno natural porque no se biodegradan.

La alternativa son los detergentes ecológicos a base de componentes vegetales, sin cloro ni fosfatos. Tampoco contienen aquilfenoltoxilatos, compuestos de amonio cuaternario, tricolorocarbono, EDTA, NTA, Nitroalmizcles, almizcles policíclicos, ni otros ingredientes clasificados como cancerígenos, mutágenos o teratógenos. 

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