¿Compartimos coche?

09.01.2013
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El carpooling permite encontrar compañeros de viaje y ahorrar CO2.

Por suerte, el listado de webs intermediarias es largo.

No está claro cómo se moverán los coches dentro de 15 o 20 años; si con gasolina, con hidrógeno o con motor eléctrico, pero de lo que no hay duda es de que va a ser cada vez más difícil y costoso utilizarlo en las ciudades, sobre todo para usos individuales.

En España circulan casi 30 millones de vehículos, con una media de ocupación de 1,3 viajeros por automóvil y desplazamiento, un verdadero despilfarro teniendo en cuenta que estos ingenios están diseñados para albergar cinco pasajeros más la carga. Para luchar contra este sinsentido, ha surgido el carpooling, el carsharing y otros sistemas de uso compartido del coche. En Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Holanda o Suiza funcionan desde hace tiempo y ahora están teniendo un notable éxito en nuestro país.

La opción más sencilla para compartir coche es la conocida internacionalmente como carpooling, que consiste en repartir los gastos de gasolina entre personas que hacen regularmente los mismos trayectos. Según la guía del IDAE y el Ministerio de Medio Ambiente Recomendaciones para Compartir el Coche, trabajo y estudios suponen en las ciudades alrededor del 80% de los viajes en vehículo privado, por eso el medio más común es colocar un anuncio donde se llevan a cabo esas actividades. “Es inmediato deducir que el lugar más adecuado para potenciar y fomentar el coche compartido son los centros de trabajo y estudios”, explica la citada guía.

Otra posibilidad es acudir a uno de los intermediarios que ponen en contacto a personas que realizan a diario o frecuentemente trayectos similares o complementarios. El pasajero consigue un medio de transporte más rápido y cómodo que el autobús o el metro, pero más barato que el taxi, y el propietario del coche reduce gastos sin que se vea afectado el tiempo del trayecto. Por otro lado, como normalmente se alterna el coche, al final de año, el motor sufre menos desgaste.

Empresas intermediarias

Viajamosjuntos.com. La formaron en 2004 Dennis Luemkemann y Berta Riera, un informático y una licenciada en Bellas Artes que vieron una necesidad social que podía funcionar económicamente. “Compartir coche –explican– es una forma de viajar que se basa en el intercambio entre personas. No sólo se reducen los gastos del trayecto como mínimo un 50%, sino que, además, es una manera más humana, más sostenible y más eficiente de viajar (...) Por otro lado, durante el trayecto se tiene la posibilidad de conocer a gente diferente, intercambiar experiencias y, a veces, incluso, establecer amistad.” Actualmente desarrollan intercambios en muchas ciudades españolas y también se puede programar viajes a algunos países europeos y a Marruecos. Sólo hace falta registrarse en la página web y esperar.

Compartir.org. Los servicios de esta compañía son totalmente gratuitos para el cliente, ya que su negocio consiste en insertar la base de datos de usuarios, servicios y demás en la página web de los ayuntamientos, que pagan un contrato anual por usar en su propia página esa herramienta informática. De la mano de Compartir.org se ha creado en España una Red de Municipios que Fomentan el Uso Racional del Automóvil Privado, una plataforma municipal en favor de la movilidad sostenible. El usuario introduce el origen de los viajes compartidos, el destino, los horarios y demás datos esenciales. Si aparecen viajes coincidentes total o parcialmente con el que va buscando, puede mandar un mensaje a la persona que ha ofrecido el carpooling una vez registrado en la propia web. En el caso de que no hubiera suerte –siempre después de registrarse en la web del ayuntamiento o en la de Compartir.org–, la persona puede colgar su demanda y esperar, lo que siempre es más fácil cuando se trata de polígonos industriales o zonas de oficinas concurridas. Según Compartir.org, esta forma elemental de coche compartido puede ahorrar unos 2.000 euros al año de media.

BlaBlaCar. Es otra de las empresas que conectan conductores con pasajeros para compartir coche a través de su web. Según datos de consumocolaborativo.com, esta plataforma superó los 2 millones de usuarios en Europa. Dispone de 600.000 viajes programados y más de 1 millón de asientos disponibles. En España cuenta ya con 70.000 usuarios. Su web es muy práctica y visual: no se necesita registrarse para ver la oferta de trayectos, se indica el viaje elegido y aparecen las opciones con todo tipo de información (precio por trayecto, plazas libres, si admiten fumadores, animales, etc). Si interesa una de las opciones, entonces hay que registrarse para contactar. BlaBlaCar une a gente para viajar teniendo en cuenta las características personales de los viajeros, para que no haya sorpresas desagradables. Fue la primera web de viajes en coche compartido en proponer un acceso desde los teléfonos móviles e incluir un mapa interactivo de los viajes en base a las coordenadas GPS de las ciudades.

Carpooling.es. De origen alemán, es una de las más populares. Tiene más de cuatro millones de usuarios registrados en Europa y opera en 45 países. En España inauguró su web a finales de 2010. Anuncian que "se puede ofrecer el coche, encontrar viajes en menos de 30 segundos o ver algunos ejemplos para compartir coche en Granada, Salamanca o Valencia." Además de su web, su página Facebook es muy activa y dispone de aplicaciones para móvil. Es fácil de usar y también permite búsquedas avanzadas: viajes solo para mujeres, fumadores, verificar que los compañeros de viajes han facilitado su DNI, etc. Desde Carpooling informan que se han realizado más de 250 mil viajes compartidos en toda España a los largo de los estos dos últimos años y que se ha evitado la emisión de 30.000 toneladas de CO2 al medio ambiente y el consumo de más de 3 millones de litros de carburante.

Amovens.com. Esta plataforma cuenta con más de 50.000 usuarios registrados en España. Las rutas más populares son Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla, trayecto este que puede hacerse por solo 19 €. Permite encontrar también compañeros para trayectos diarios al trabajo o al centro de estudios, y tiene propuestas específicas para empresas, universidades, administraciones y eventos.

SocialCar. No se trata de una empresa de carpooling sino de un servicio de alquiler coches "persona a persona" (el único en España de P2P para coches): permite a propietarios particulares alquilar sus coches cuando no se utilizan y permanecen aparcados. Lleva poco más de un año operando y ya tiene registrados más de 7.000 conductores y 1.500 vehículos. Lo mejor de esta opción, aparte de que el propietario puede ganar un dinerillo extra, es que hace calar la idea de que, hoy en día, no hace falta "tener un coche" sino que puede usarse por poco dinero.

Microbús-taxi

Pero si aplicar la filosofía del transporte público al coche privado puede ser una buena alternativa para gastar y contaminar menos, también lo es el proceso contrario, es decir, llevar las ventajas del coche privado al transporte público. Una opción que han estudiado mucho desde la Fundación Movilidad es el transporte colectivo bajo demanda. Se trata, básicamente, de un microbús o un taxi que adapta sus itinerarios a las necesidades cambiantes de los usuarios, y que reúne todo lo bueno que tiene un autobús de línea con la flexibilidad de un taxi. Esta idea, mezclada con las nuevas tecnologías, ofrece un rendimiento sorprendente.

Juan de Oña López, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Granada, nos explica cómo funciona: “El usuario solicita al operador un servicio a demanda. Éste introduce los datos –origen y destino, horarios, etc.– en el sistema, que coteja los nuevos datos con los de los viajes de la jornada y determina la posibilidad de ofrecer el servicio, junto con los horarios estimados de salida y llegada. El operador comunica los horarios definitivos al cliente, que puede cancelar, modificar o aceptar el viaje”. Si el viajero admite la propuesta, el operador actualiza inmediatamente los datos, de tal modo que sólo se alteren ligeramente el itinerario y los horarios. El sistema selecciona, incluso, el vehículo que resulta más apropiado para el trayecto y transmite al conductor la ruta que debe seguir.