Contemplar la naturaleza es un poderoso antiinflamatorio

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Las emociones que sentimos ante la belleza natural son tan potentes como los medicamentos, según una investigación de la Universidad de California en Berkeley. 

La belleza natural de un paisaje, la espiritualidad, escuchar una música inspiradora, admirar una obra de arte o experimentar una sorpresa agradable. Todas estas sensaciones y las emociones que despiertan son poderosos antiinflamatorios, tan potentes como los medicamentos, según una investigación de la Universidad de California en Berkeley. La inflamación se asocia con enfermedades del corazón, la diabetes tipo 2, artritis e incluso el Alzheimer y la depresión.

Las emociones positivas, y sobre todo las relacionadas al comtemplar la belleza de la naturaleza, la espiritualidad y el arte, estimulan el sistema inmunitario y disminuyen los niveles de citoquinas, proteínas que causan inflamación en el cuerpo. 

Esto sugiere que las actividades que hacemos para experimentar estas emociones -un paseo por la naturaleza, escuchar buena música, ver obras de arte que nos sobrecogen, meditar, rezar o sentirse espiritualmente conectado con algo más grande que nosotros y que nos proporciona sensaciones de amor– "tienen una influencia directa sobre la salud y la esperanza de vida", dijo el investigador Dacher Keltner, psicólogo de la Universidad de California. 

Para evaluar el impacto de las emociones positivas sobre la inflamación, los investigadores contaron con 200 jóvenes adultos que debían comunicar la frecuencia con la que experimentaban diversión, asombro, compasión, alegría, amor y orgullo en días determinados; los que tenían la mayor cantidad de experiencias también tenían los niveles más bajos de la interleucina 6, una citoquina que es un biomarcador de inflamación. 

Fuente: UC Berkeley

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