Dolores de hombro y cuello

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Mejorar la postura y determinados ejercicios forman parte del tratamiento natural contra estas molestias tan frecuentes. 

La tendencia de las personas que trabajan sentadas a llevar los hombros hacia delante, girar la columna lumbar y adelantar la barbilla puede acortar los músculos y comprimir los nervios. Además la musculatura que rodea el cuello es uno de los lugares donde se fija el estrés. El mismo problema puede desarrollarse en los camareros, las personas que limpian cristales y muchas otras profesiones. 

La consecuencia es el dolor de hombro y cuello, un trastorno muy común. Su comienzo suele ser lento: el dolor surge tras algunos movimientos concretos o bien por la noche. En la mayoría de los casos se debe a la inflamación de los tendones (tendinitis) o de la bolsa serosa que rodea la articulación (bursitis), problemas que si no son atajados pueden derivar en “hombro congelado”, un trastorno muy doloroso, relacionado con la falta de ejercicio, que limita la capacidad de movimiento del hombro, la articulación más inestable del cuerpo.

Tratamiento natural

Los daños sobre tendones, músculos y ligamentos pueden tardar mucho en curarse. De hecho la curación lleva más tiempo que la de una fractura de hueso. La medicina convencional trata las tendinitis y bursitis con antiinflamatorios, relajantes musculares, estimulación eléctrica e infiltraciones de corticoides que tienen importantes efectos secundarios. El descanso y la aplicación de bolsas de hielo forman parte de la rutina aceptada para las tendinitis y las bursitis. En los casos más graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

En el ámbito de las terapias naturales son recomendables la acupuntura, el masaje terapéutico con aceites esenciales, los suplementos nutricionales (flavonoides y vitaminas C, A y B12) y la fitoterapia (cúrcuma y bromelaína). La técnica Alexander quizá sea la más útil y sencilla para corregir la posición del cuello.

Autocuidado 

Es importante trabajar en una postura correcta. El trasero debe quedar cerca del respaldo de la silla, que debe ser recto. La altura de la silla debe estar regulada de manera que las rodillas queden a la altura de las caderas (los muslos forman ángulo recto con el tronco). Por otra parte, no es recomendable dormir boca abajo porque se fuerza el cuello, ni hacerlo en un colchón demasiado blando. 

Durante la jornada laboral es necesario reconocer cuando se está tenso para proceder a realizar un ejercicio de relajación o cambiar de postura. Debe evitarse trabajar con la cabeza girada hacia un lado durante largos periodos.

Los ejercicios isométricos y de estiramiento previenen la aparición de síntomas en el hombro:

1. Estira la parte posterior del hombro alargando un brazo por debajo de la barbilla hasta el hombro opuesto. Empuja suavemente el brazo hacia la clavícula y mantén el estiramiento durante 15 segundos. Repite cinco veces y cambia de brazo. 

2. Levanta un brazo e inclínalo por detrás de la cabeza hasta tocar el hombro opuesto. Utiliza la otra mano para empujar suavemente el codo hacia el hombro opuesto. Mantén la tensión 15 segundos y repite cinco veces con cada brazo. 

3. Siéntate recto. Flexiona el cuello lentamente hacia adelante e intenta tocar el pecho con la barbilla. Mantén 10 segundos la posición y repite cinco veces. 

4. Siéntate frente a un espejo. Mira hacia delante y lentamente inclina la cabeza hacia el lado, intentando que la oreja toque el hombro (sin subir el hombro). Mantén la posición 10 segundos y vuelve a la postura original. Repite cinco veces hacia cada lado. 

5. En posición de pie relajada, con las piernas ligeramente separadas, sube los hombros, llévalos hacia atrás, hacia abajo y hacia delante. Se trata de describir círculos durante 10 segundos. 

6. Los siguientes ejercicios están indicados para prevenir el hombro congelado. Hay que doblarse sobre una silla, dejar colgar el brazo y realizar 30 movimientos en el sentido de las agujas del reloj, en sentido contrario, vertical y horizontalmente. La rutina se hace 3 o 4 veces al día.

7. Presiona firmemente sobre el acupunto “vesícula biliar 20 (VB 20)” en ambos lados del cuerpo hasta que sientas que la musculatura se relaja. Luego haz lo mismo en el punto 21. Esta combinación relaja el trapecio y otros músculos relacionados con el cuello y los hombros.

Técnica Alexander

Su objetivo es mejorar la postura para que el cuerpo pueda funcionar con una tensión mínima. Al aprender a estar de pie y moverse correctamente todos los sistemas del organismo funcionan con mayor eficiencia. La posición del cuello y la cabeza son claves para mantener patrones naturales. El método ha arraigado en el mundo de la cultura, entre músicos, actores y actrices. 

• Es útil para las personas que desean mejorar su control sobre el cuerpo y corregir patrones erróneos que aún no han causado graves problemas.