Lo usado es precioso

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La compra de segunda mano refleja las tres “R” que definen la manera de vivir ecológica: Reducir, Reciclar, Reutilizar.

La ética y la estética de lo usado son valores que debemos reivindicar. 

Mercadillo de segunda mano en una plaza de Barcelona

Mucho antes de que nadie enunciara la famosa regla de las tres “R”; incluso antes de que los conceptos “ecología” y “sostenibilidad” fueran siquiera imaginados, ya existían personas que las ponían en práctica continuamente. Nos referimos a los traperos, los chatarreros y los buhoneros. 

En medio de nuestra sociedad opulenta, continúan existiendo y siguen siendo más eficaces que todos los sistemas administrativos públicos. Con su trabajo, luchan, a menudo sin saberlo, contra la contaminación y contra el agotamiento de los recursos naturales y la energía que requiere la producción de un objeto nuevo. 

Acosados entre los centros comerciales y la mentalidad consumista, estos activistas de la ecología de calle se encuentran en los mercadillos y las tiendas de segunda mano, donde reciben las visitas de quienes no están dispuestos a derrochar su dinero y, sobre todo, de un nuevo público compuesto por personas que aprecian los objetos usados.

Muchos son creativos o manitas que esperan restaurar su adquisición o darle un sello personal. Otros tantos se satisfacen ante la pátina de lo antiguo, lo usado, el objeto curioso. Unos pocos esperan encontrar una joya de anticuario que haya pasado desapercibida y otros disfrutan con la posibilidad de regatear el precio, una costumbre casi perdida en el mundo desarrollado. Y es que hoy en día, reaprovechar algo que nos ofrece alguien porque no lo quiere o que incluso hemos encontrado en buen estado en la calle tiene más que ver con la sensibilidad y el respeto hacia los recursos naturales que con la escasez de medios económicos.  

Estética wabi-sabi

Existe una filosofía que, como casi todo lo interesante, llega de Oriente y que da un sentido profundo a la reutilización de objetos. Se trata del ideal estético japonés wabi-sabi. Está inspirado en las creencias budistas acerca de la impermanencia de lo existente y valora lo que es imperfecto, incompleto o tiene connotaciones de abandono y melancólicas. Acepta el paso del tiempo, que las cosas son como son y admira lo humilde y sin pretensiones. 

En la cultura japonesa, el ideal wabi-sabi ocupó un lugar tan importante como entre nosotros la aspiración a la perfección y la belleza. Es curioso cómo podemos admirar el efecto de la erosión sobre una roca o las grietas en la corteza de un árbol centenario y, en cambio, cómo nos cuesta tolerar un rayazo en el parquet. 

Armados con este bagaje espiritual, estético y ecológico, nos acercamos a un mercadillo. Allí podemos encontrar los muebles que otra persona ya no considera dignos de su hogar. Con unas cuantos ajustes y una capa de cera o laca naturales pueden quedar mejor que nuevos. 

Frecuentemente, no les hace falta ni eso. En no pocas ocasiones el mueble antiguo y barato está elaborado con un material de más calidad maderas macizas– que los relucientes y caros muebles de diseño moderno. En cualquier caso, si se lleva a cabo la compra, tenemos que estar convencidos de que el mueble es adecuado para que su futuro a medio plazo no esté en la basura. 

Productos con garantía

En los mercadillos de segunda mano no sólo hay muebles y complementos para el hogar. Por ejemplo, tienen mucho éxito los puestos con material informático, donde se pueden adquirir máquinas que los fabricantes ya no hacen porque su tecnología y potencia han quedado desfasadas, pero que pueden satisfacer a la perfección los usos que les da la mayoría de la gente. Por otra parte, los compradores no saben que la ley también ampara este comercio y que, por tanto, pueden pedir una garantía por escrito y sellada. Así, en caso de surgir algún problema, podrán exigir su reparación, aunque no la sustitución por otro artículo de características similares. La norma establece un periodo de tiempo de protección de los bienes de segunda mano como mínimo de un año y debe incluir la mano de obra, los materiales, las piezas que se cambien y el desplazamiento. Ahora bien, el contenido de esta ley no es aplicable a las compraventas efectuadas entre particulares. 

El renacimiento virtual de los mercadillos de viejo

La venta de segunda mano está resurgiendo gracias a internet. La facilidad con la que se colocan gratuitamente los anuncios y los medios para encontrar justo lo que interesa explican el éxito. Además, en el mercado virtual pueden participar comercios y particulares de cualquier lugar. 

■ WWW.MILANUNCIOS.COM  Cuenta con ofertas de todas las grandes ciudades españolas. Cada día se publican 85.000 anuncios nuevos. 

WWW.ADOOS.ES  En esta web de funcionamiento claro y eficaz se registran ofertas de 20 ciudades españolas.  

■ WWW.LOQUO.COM  Se encuentran anunciantes de 32 ciudades de nuestro país. Es una web muy asentada en Barcelona, donde se registran al- rededor de 400.000 mensajes. 

■ WWW.FREECYCLE.ORG  es el gran sitio del regalo desinteresado. Se pueden encontrar listas de distribución mediante las cuales es posible estar informado al instante de los bienes de todo tipo que se regalan en la propia localidad. Las listas de las ciudades de Barcelona y Madrid son muy activas. En el mundo hay más de 6 millones de usuarios de Freecycle. 

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