Para superar la fatiga por las mañanas

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Las personas hipotónicas tienden a despertarse con falta de energía. 

Los ejercicios estimulantes son preferibles al café. 

Las personas que peor llevan el invierno reúnen unas características: casi siempre tienen las manos y los pies fríos y se sienten débiles y desganados durante las primeras horas del día. Aunque hayan dormido lo suficiente se sienten cansadas y sufren el típico malhumor matutino que intentan remediar con una tacita de café.

El motivo es que su circulación sanguínea alcanza su funcionamiento óptimo muy lentamente: se trata de personas hipotónicas. Si es tu caso, prueba algunas de las siguientes medidas:

Realizar estiramientos nada más despertarse ayuda a desentumecer los músculos y estimula la circulación.

Meter las manos y los pies en agua fría un par de minutos. Cada día se alarga un poco este tiempo. Luego se toma una ducha alterna de agua caliente y fría. 

Hacer ejercicios de respiración al aire libre y practicar una hora de gimnasia en algún momento del día.

Al atardecer, pasear durante cinco minutos con los pies descalzados sobre el rocío o la nieve. Luego se toma un baño caliente de pies y se masajean con aceite de enebro.

A lo largo del día se pueden aromatizar las estancias con esencias especialmente indicadas para  los hipotónicos: la lavanda calma emociones fuertes y alivia las molestias superficiales; el naranjo actúa contra la melancolía y la inapetencia; el sándalo estimula la fantasía, y la verbena mejora la capacidad de concentración. 

La jornada termina con unos ejercicios de relajación en la cama. Se respira lenta y profundamente, mientras se van aflojando conscientemente todos los músculos, desde los pies hasta la cara.

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