San Francisco concede ventajas fiscales a los terrenos para huertos comunitarios

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San Francisco se convierte en la primera ciudad de Estados Unidos en ofrecer incentivos fiscales para promover la agricultura urbana

San Francisco ha puesto en marcha una nueva ley para los terrenos desocupados de la ciudad. Con esta normativa, los dueños de estos terrenos podrán pagar menos impuestos siempre que permitan que estos espacios se destinen a la creación de huertos urbanos abiertos a la comunidad durante un período mínimo de cinco años o más.

De esta manera, San Francisco se convierte en la primera ciudad de Estados Unidos en ofrecer incentivos fiscales para promover la agricultura urbana. Así, se busca que los terrenos de este tipo tengan un uso productivo que beneficie a los vecinos del lugar en vez de permanecer abandonados y cerrados hasta que sus dueños decidan qué hacer en ellos.

Si bien la medida que fue aprobada en 2013 y que comenzó a regir el pasado 8 de septiembre ha sido aplaudida por quienes promueven este tipo de prácticas, también ha recibido críticas. En este sentido, hay quienes consideran que San Francisco debería destinar estos espacios para la construcción de viviendas debido a los altos precios en general. 

Sin embargo, como solo los terrenos desocupados que cumplan ciertos requisitos se destinaran a esta medida, hay quienes se dedican a los temas de vivienda y apoyan la iniciativa. Un ejemplo es David Sobel, director de la Corporación de Desarrollo de Vivienda, una organización sin fines de lucro dedicada a encontrar viviendas para los ciudadanos de bajos ingresos. En su opinión, esta medida también beneficia a este sector de la población, porque les garantiza el acceso a las áreas verdes y a los alimentos producidos en ellas.

De acuerdo a los datos de San Francisco, el interés de los ciudadanos por tener huertos de este tipo parece ser mayor, ya que las listas de espera para que un espacio esté dedicado a la agricultura urbana supera los dos años de espera.

Según la nueva ley, los terrenos que se podrán destinar a huertos son aquellos que tengan una superficie igual a la décima parte de una hectárea en donde no existan viviendas construidas.

Además, los dueños de los terrenos deben garantizar que permanecerán abiertos a los ciudadanos y que éstos podrán cosechar libremente lo que allí se produzca con el fin de reducir la distancia entre los centros de producción y las viviendas. Asimismo, tendrán que ser administrados por una organización ciudadana que realice visitas para estudiantes y cursos de agricultura urbana para fomentar un sentido de comunidad entre los vecinos.

Vía: Plataforma urbana 

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