Panal de abeja, a pesar del tiempo

Panal de abeja, a pesar del tiempo

30 Marzo 2013
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Como un huésped grosero, el invierno está abusando de la hospitalidad.  Los anfitriones esperan con paciencia mientras disminuyen sus reservas de energía. Esta semana ha sido fatal para las aves migratorias (sin insectos voladores de los que alimentarse), para las flores de primavera (sin polinizadores, sin fotosíntesis) y para los brotes de los árboles (las temperaturas han bajado lo suficiente para causar algunos daños por helada). 

Las abejas se han retirado a las colmenas. Dentro, calientan la miel. El corazón de la colmena se mantiene calentito. En los momentos muy fríos, las abejas se calientan entrando y saliendo. Pero en los días que son sólo frescos, el trabajo continúa. Las crías son atendidas y se limpia la colmena. 

Hace dos semanas, cuando el invierno parecía levantarse e irse, limpié las colmenas que se encuentran al fondo de nuestro jardín. Al hacerlo, eliminé algunos panales "silvestres" de una colmena vacía. Son panales que las abejas construyen sin la ayuda de fundamentos artificiales. Los panales dispuestos en bastidores hacen que la extracción de la miel sea más sencilla para los humanos, pero las abejas no los necesitan. 

El panal colgaba como una larga lengua. Era ligeramente flexible y se tambaleaba un poco al moverlo. Los límites de cada celda individual eran tan finos que se hacían polvo si los tocaba sin delicadeza. 

Observado a la luz del sol, la cera brillaba, revelando la cuidadosa arquitectura de las abejas. Las celdas en lados opuestos del panal están contrapuestas. Los centros de las celdas de un lado se alinean precisamente con las uniones de tres direcciones en el lado opuesto. De esta manera se fortalece la estructura entera.

Celdas vacías, periodo de espera. Cuando este tiempo se vaya, las abejas estarán preparadas.