COP28: el petróleo juega en casa

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El petróleo juega en casa en la COP28 de Dubái, y eso puede ser al final un insalvable obstáculo o una insospechada ventaja en la tibia respuesta ante el cambio climático. Durante casi treinta años, el petróleo ha sido "el elefante en la habitación", considerado como el mayor contribuyente al incremento de las emisiones de CO2, pero relegado al asiento de atrás o incluso al maletero de las negociaciones. Hasta ahora.

    En la COP26 le tocó al carbón, en la COP27 un intento fallido y en la COP28 no habrá escapatoria, precisamente por el hecho de que el país afitrión, Emiratos Arabes Unidos (EAU) es uno de los mayores productores mundiales de gas y petróleo. El presidente de la COP28, el sultán Ahmed Al-Jaber, es también director ejecutivo de Adnoc, la cuarta mayor empresa de combustibles fósiles del mundo. Y ahí le duele. 

    El principal objetivo de la cumbre que se celebra hasta el 12 de diciembre de Dubái será precisamente arrancar a los 70.000 delegados de 198 países el primer compromiso a nivel mundial de "una eliminación progresiva de los combustibles fósiles".

    En el texto final se suavizará posiblemente con "reducción progresiva" y se especificará que "sin medidas de mitigación", pero el hecho de que países como los EAU o Arabia Saudita estén finalmente dispuestos a estampar su firma sería considerado ya como una vía de escape del "ciclo mortal" (en palabras apocalípticas del secretario general de la ONU António Guterres). La meta de triplicar la capacidad de las renovables y doblar la eficiencia energética de aquí al 2030 pondrían ya la guinda.

    Las ONGs llevan sin embargo meses denunciando el "conflicto de intereses", el doble rasero del país anfitrión y el temor a que la cumbre se convierta en una girantesca operación de "lavado verde" de la industria del petróleo. La balanza se inclinará hacia un lado o hacia otro en el tiempo de descuento, como ocurre en las cumbres del clima, aunque es de esperar que no haya que recurrir al videoarbitraje.

   En Dubái volerá a jugarse también la partida entre el norte y el sur global, esta vez para poner finalmente en marcha el mecanismo de financiación de "perdidas y daños", en un año que ha dejado a la intemperie a los países vulnerables. Por primera vez se presentará el Balance Mundial, para comprobar lo lejos que aún estamos de la meta de un aumento máximo de las temperaturas de 1,5 grados. Se hablará finalmente de alimentación y de la salud, con especial atención a la emisiones de metano. Y todo ello bajo los nubarrones del conflicto en Oriente Medio que complica aún más las negocaciones y las convierten en un ajedrez geopolítico.

EL SULTAN

Desafiando a propios y extraños, el sultán Ahmed Al Jaber ha vaticinado que la COP28 logrará "resultados sin precedentes" para mantener al alcance el objetivo de un aumento máximo de las temperaturas de 1,5 grados. Al Jaber aseguró que en Dubái se fijará "una fuerte hoja de ruta" para recortar las emisiones de aquí al 2030 y que los países productores de petróleo -incluida Arabia Saudita- arrimarán el ascua con "compromisos positivos".

      El sultán de 50 años, formado como ingeniero químico y economista en Estados 

Unidos, criticó como "falsas" la acusaciones de querer aprovechar la COP28 para llegar a acuerdos de petróleo y gas con 15 países, reveladas esta semana por la BBC y la organización Centre for Climate Reporting, a partir de documentos internos filtrados.

      "Estamos ante un intento de subvertir el trabajo que ha hecho la presidencia de la COP28", declaró Al Jaber. "Todos los encuentros con los gobiernos han estado centrados en una sola cosa: la agenda de la COP28. Prometo que nunca he usado esos puntos a los que refieren (los supuestos acuerdos de gas y petróleo) en mis conversaciones".

     "Permitid que os haga una pregunta", replicó Al Jaber ante un grupo de periodistas. "¿Ustedes creen que Emiratos Arabes Unidos o yo mismo necesitamos la COP para establecer esas relaciones comerciales? Por una vez, respeten quiénes somos y lo que hemos conseguido a lo largo de estos años, y respeten el hecho de que hemos sido claros y honestos a la hora de llevar el proceso de la COP".

     "¡No me lo creo!", fue la reacción del secretario general de la ONU António Guterres tras la publicación de la noticia. "Estas acusaciones confirman nuestros peores temores", declaró el ex vicepresidente norteamericano Al Gore. "Jaber ha sido sorprendido con las manos en la masa", terció la artífice del acuerdo de París, Christiana FIgueres.

LOS ACUERDOS "PARALELOS"

La BBC ha asegurado sin embargo que los documentos en cuestión han sido verificados como "auténticos" y fueron preparados por el equipo de la COP28 para supuestos encuentros con representantes de al menos 27 países como China, Mozambique, Canadá y Asutralia (estos últimos para examinar las oportunidades del "gas natural licuado").

     En las 150 páginas filtradas se menciona también la "disponibilidad" de Adnoc para apoyar el "desarrollo de sus recursos de combustibles fósiles" a Colombia, el quinto mayor productor de petróleo de América Latina. Alemania y Egipto son otros de los países específicamente mencionados en el capítulo de energías fósiles.

     Los documentos revelan también la supuesta intención de EAU de aprovechar la cumbre del clima para impulsar sus "oportunidades comerciales" para la compañía estatal de energías renovables, Masdar, en una veintena de países, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Brasil, China, Arabia Saudita, Egipto o Kenia.

     A la luz de estas informaciones, la ONU se ha visto obligada a recalcar que el "principio fundamental" de las Cops es "la obligación de imparcialidad", y que sus presidentes han de actuar "sin sesgos, prejuicios, favoritismos, intereses propios o preferencias, usando estrictamente su juicio independiente y sólido".

    "Este es exactamente el tipo de conflictos de interés que nos temíamos", declaró Kaisa Kosonen, experta en cambio climático de Greenpeace. "Si la presidencia quiere tener algo de credibilidad, solo puede hacerlo logrando un acuerdo global para la eliminación justa y equitativa de todos los combustibles fósiles".

LOS PLANES DE EXPANSIÓN

Emiratos Arabes Unidos es el país con mayores planes de expansión de prospecciones de petróleo en el mundo, según datos de la Global Oil Gas Exit List (Gogel) revelados por The Guardian en la antesala de la COP28. La compañía estatal Adnoc encabeza la lista, por delante de la Compañía Nacional de Irán, ExxonMobil, la Corporación Nacional del Petróleo de CHina y Chrevron.

   En análisis previos revelados en abril, Adnoc era el tercero en lista, por detrás de la compañía de Araia Saudita Aramco y de QatarEnergy. Los datos sobre la expansión de Adnoc incluyen proyectos pendientes de aprobación en el 2023 que han sido demorados hasta después de la COP28, según documentación interna filtrada a The Politico. Los planes de inversión llegarían a 138.000 milloned de euros en los próximos cinco años, con el objetivo de extraer hasta 5 millones de barriles de petróleo al día en el 2027. 

    "La magnitud de los planes de expansión de la industria son temibles", declaró Nils Bartsch, portavoz del grupo ecologista alemán Urgewald, que elabora la lista de Gogel, con datos de 1.600 compañías petrolíferas. El 96% de ellas siguen adelantes con planes de exploración y prospección en los que se han invertido uno 154.000 milloes de euros desde el 2021.

    "Para mantener vivo el objetivo de 1,5 grados, es vital un declive gestionado de la prouducción de gas y petróleo, y no este aumento previsto que puede llevarnos al caos climático", agregó Bartsch, que cuestionó abiertamente el impulso del sultán Al Jaber a esa expansión en contraste con su papel como presindente de la COP28:  "No sé cómo la persona responsable de esa expansión del gas y del petróleo puede liderar las negocaciones del clima. Estamos ante el caso más obvio de coflicto de intereses".

    Adnoc ha replicado alegando que las informaciones sobre sus proyectos de expansión son "incorrectas y engañosas", aunque no ha ofrecido sus propios datos.

AUSENCIAS Y PRESENCIAS

El Papa Francisco ha cancelado a última hora su visita a la COP28 por una gripe y ante la recomendación de su médicos. Francisco aspiraba a ser el primer pontífice presente en una cumbre del clima, pero el martes reconoció que no aún no se encontraba bien y que se había quedado prácticamente sin voz.

    Tampoco irán a Dubái el presidente norteamericano Joe Biden ni el presidente chino Xi Jinping. Los dos países líderes en emisiones estarán representados por sus enviados especiales del clima, John Kerry y Xi Zhenhua, en un ambiente bastante más distendido que hace un año tras el reciente encuentro de sus líderes en California.

    El discurso inaugural lo dará el rey Carlos III, por invitación expresa del jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan. El monarca declinó hace un año su asistencia a la COP27 en Egipto a petición de la ex primera ministra Liz Tuss. Rishi Sunak, que ha protagonizado este año una sonada "marcha atrás" de los objetivos climáticos y ha dado luz verde a nuevas explotaciones de gas y petróleo en el Mar del Norte, no se ha atrevido esta vez a "vetar" al monarca y se ha decidido viajar incluso a Dubái, junto a su nuevo ministro de Exteriores David Cameron.

     En el nombre la de "inclusividad", wel presidente sirio Bashar al-Assad había sido también formalmente invitado a la COP28, pese a contar con el rechazo de la comunidad internacional. Aunque aún no se ha confirmado la ausencia de Al-Assad, todo parece indicar que la delegación siria estará finalmente encabezada por el primer ministro Hussein Arnous.

UNIÓN EUROPEA

La presidente de la Comisón Europea, Ursula von der Leyen, encabezará la delegación de la UE, que notará sin duda la ausencia del combativo Frans Timmermans, una figura clave en las últimas COPs. El socialdemócrata Timmermans cedió el testigo este año como comisario del clima al "moderado" Wopke Hoekstra, que trabajó con la petrolera Shell antes de ser ministro holandés de Exteriores.

    Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, tendrá en un Dubái un papel doblemente relevante, por su experiencia como facilitadora en las cumbres del clima y por la presidencia española del Consejo de la UE hasta finales de diciembre.

    "La batalla de los combustibles fósiles es la más importante pero no la única", admiten fuentes de la delegación española en la COP28, informa Ricardo F. Colmenero. Nuestro país se apoyará en el documento de la UE que requiere "la eliminación progresiva a escala mundial de los combustibles fósiles sin medidas de mitigación" y con el punto de consumo de máximo en esta decada, en consonancia con el objetivo de 1,5 grados y con la transición "a una economía climáticamente neutra".

    "Las tecnologías de captura de carbono existen solo a escala limitada y que no deben ser utilizadas para retrasar la acción por el clima”, sostienen las mismas fuentes, que reconocen que la condición de EAU como gran productor de petróleo hará más compleja la negociación y que será necesario "argumentar y convencer", pero no forzar compromisos.

    La delegación española hará también hincapié en la necesidad de "cerrar la brecha" con respecto al Acuerdo de París y a la luz del primer Balance Mundial que se presentará oficialmente en Dubái y que confirmará la gran distancia que aún existe con respecto a los objetivos en recorte de emisiones, en medidas adaptación y en la financiación de daños y pérdidas.

DAÑOS Y PERDIDAS

Pese a las críticas recibidas en Occidente, el sultán Al Jaber ha conquistado el favor de los países en desarrollo por su énfasis en la financiación de los daños y pérdidas. "El dinero que llegar pronto y sin obstáculos hacia el sur global", ha declarado Al Jaber. "Los países vulnerables no tienen que verse obligados a escoger entre acción climática y desarrollo".

    Emiratos Arabes Unidos, que se ha comprometido a financiar recientemente varios proyectos de energía renovables en Africa con 4.200 millones de euros a través de Masdar, anunciará muy posiblemente en Dubái una generosa donación para el fondo de pérdidas y daños acordado en la COP27 de Egipto. 

    Uno de los principales objetivos de La COP28 es la puesta en marcha de un mecanismo para la recaudación y la gestión de esos fondos, que deberían llegar como mínimo al equivalente a 100.000 millones de dólares en el 2030 (una década más tarde de lo prometido incialmente por los países ricos).

    La UE está presionando para que China aporte también una cantidad significativa al fondo, que debería contar también con fuentes de financiación privada, posiblemente con "impuestos de carbono" al transporte marítimo de mercancías y al tráfico aéreo, o con cargos a los beneficios extraorinarios de las compañías de combistibles fósiles.

   "La presión de la sociedad civil a los gobiernos fue clave para que en la COP27 se lograra finalmente la creación del Fondo de Daños y Pérdidas", advierte Tasneem Essop, directora ejecutiva de Climate Action Network. "Ahora necesitamos establecer ese mecanismo, porque sin financiación real no será posible lograr una transición equitativa y justa en el sur global".

ALIMENTOS Y SALUD

Por primera vez, la alimentación y la salud tendrán un protagonismo especial en una cumbre del clima. Se estima que una tercera parte de las emisiones están vinculadas a la producción, tranporte y consumo de alimentos. La agricultura y ganadería intensivas son grandes contribuidores a las emisiones de metano (que merecerá también un tratamiento aparte en la COP28) y la deforestación del planeta. El uso y abuso de fertilizantes se traduce también en emisiones de óxido de nitrógeno. 

    Según un estudio del think tank británico Enervy and Climates Intelligence Unit, el clima extremo puede haber contribuido casi tanto como el aumento de la cesta de compra como el coste de la energía. Aunque el aumentos de las temperaturas podría permitir cultivos en zonas más frías, hasta una tercera parte de las cosechas podrían verse comprometidas por la falta de agua o por las precipitaciones.

    La salud merecerá tambén una jornada propia en la COP28, con especial hincapie en los efectos de las olas de calor en las poblaciones de riesgo, la acción ante el cambio climático y la contaminación en las ciudades y la propagación de enfermedades tropicales como la malaria, el dengue y el zika a latitudes más altas.